En plena reunión donde definíamos el gobierno corporativo y la estructura que se iba a implementar, le explicaba al presidente de la compañía las razones por las que una empresa familiar tenía la “obligación” de organizarse y “regularse” para asegurar su continuidad en el tiempo (más del 80% de las empresas familiares no sobreviven a la tercera generación). Cuando le planteaba esta necesidad, sorprendentemente, me dijo que no quería que su empresa fuese una empresa familiar, sin embargo, su familia eran los únicos socios y no tenía pensado vender a ningún tercero. Ante esta confesión me di cuenta debía ilustrarlo…
Un equipo profesional que apuesta incondicionalmente por los resultados conjugando a la perfección profesionalidad y actitud. Una fórmula que nos hace únicos, y cuando nos conozcas, irremplazables.